miércoles, 1 de diciembre de 2010

17 personas muertas por fuertes lluvias en el país

Noviembre ha tenido 19 días de aguaceros. Cerca de 580 familias resultaron afectadas en Vargas. Este domingo los balnearios estaban vacíos y las calles llenas de polvo

 

 Varias casas de la carretera vieja Caracas-La Guaira se caen por efecto dominó desde hace una semana. Cerca de 235 personas han sido desalojadas de los barrios Blandín y El Limón ante la amenaza de que sus viviendas puedan derrumbarse por saturación de los suelos.

 "Apenas llovizna se forma una catarata que amenaza con tumbarnos la casa. El viernes a las 11:00 pm dijimos que no podíamos seguir esperando y nos fuimos a dormir al módulo de la policía que pusieron como refugio", cuenta Ángela Moreno, habitante de Blandín.
 
La joven es una de las refugiadas en la sede de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad en Catia. El albergue provisional ha atendido cerca de 78 familias entre el viernes y el domingo. Luego de censar a los damnificados, darles cobijo, primeros auxilios y comida, los trasladan a otras instalaciones como Fuerte Tiuna.
 
René Rojas y tres familiares están en el refugio. Recuerda que participó en el rescate de la familia que murió tapiada en la zona en septiembre. Justo en esa fecha, les prometieron desalojarlos pero nada ocurrió. El viernes en la noche vio cómo su casa se desplomó. Ahora ignora cuándo lo llevarán a otro refugio y si le darán una casa.
 
Teodocia Molina, de 72 años de edad, afirma que a su casa no le pasó nada e insiste en regresar. “La casa del frente se derrumbó y ahora puede llevarse la mía. Si se viene el terreno le va a caer encima, pero yo quiero volver a mi casa porque trabajo y si me llevan a otro sitio no sabré cómo llegar”, argumenta.
 
Además del derrumbe de varias viviendas, la lluvia cobró otra vez la vida de una niña. El domingo en la madrugada, Mónica Benavides, de 9 años, falleció al desplomarse una de las paredes de la habitación donde dormía, en el sector Los Robles de El Hatillo. Su muerte se suma a la de Robinson Luis Mora, de 71 años, que fue arrastrado por la corriente de un río en Falcón.
 
La Gobernación de Miranda reportó, además, el fallecimiento de Juan Alexander Avilés, que el sábado se ahogó en un pozo de agua en el municipio Páez; y una persona sin identificar, arrastrada ayer por la crecida de un río en la parte alta de Panaquire.
 
El recuento de víctimas mortales de los aguaceros desde el viernes pasado incluye a otros 5 niños. En total, desde el lunes 22 han muerto 17 personas.

Llueve sobre mojado.
En el kilómetro 5 de la carretera que conduce a El Junquito, una vivienda colapsó y otras cinco quedaron severamente averiadas. La vialidad está dañada por las filtraciones constantes, dijeron los vecinos. A esta situación se sumaron las lluvias de las últimas horas que incidieron en la estabilidad de los suelos y causaron derrumbes.
 
En el barrio Raúl Leoni de Casalta II, una pantalla atirantada se vino abajo. Denunciaron que la obra no fue concluida y por eso cedió, y derribó una vivienda.
Vecinos de Colinas de Santa Mónica contaron por lo menos 24 deslizamientos de tierra. Francisco González Ascanio, vocero del consejo comunal del sector, señaló que el derrumbe en la vía entre Colinas de Bello Monte, Santa Mónica y Cumbres de Curumo, amenaza con dejarlos incomunicados. En El Hatillo afectaron varios terraplenes y postes de la Electricidad de Caracas.
Vargas: malos recuerdos. “Soy consciente de que vivo en una zona de riesgo. Esta es la tercera vez que me quedo sin casa y los nervios me están matando. Soy una mujer pobre y sin marido. Necesito una vivienda y estoy dispuesta a irme a donde sea, siempre que sea un lugar seguro y pueda dormir tranquila cuando llueva”, expresa María Acosta. Lo dice con las manos en la cabeza, llorando, buscando apoyo en vecinos que tienen iguales necesidades.
 
Tiene 51 años y es nativa de Anare, población situada en el este del estado Vargas. Esta vez, los aguaceros produjeron el deslizamiento del cerro situado en la parte posterior de su rancho, el alud arrasó con una de las paredes de la vivienda y la lanzó a la calle, junto con dos de sus cinco hijos y un nieto de meses de nacido. Temporalmente, un vecino le dio alojamiento, pero está cansada de vivir “con la tragedia a cuestas”.
Durante el deslave de 1999, el río de Anare cargó con su casa. Después, en el sector Las Cadenas del mismo pueblo, perdió su residencia con la vaguada de 2005 y desde el viernes pasado, por tercera vez, no tiene donde vivir.
 
Johana García, del consejo comunal La Lagunita, advierte que en el lugar hay 37 viviendas afectadas por los deslizamientos. Asegura que la canalización del río evitó consecuencias mayores, pero rechaza la manera cómo se ha ejecutado el programa Misión Barrio Tricolor, porque no se atendieron las prioridades inmediatas.
 
Para llegar hasta allá era indispensable contar con un vehículo de doble tracción, pues en la carretera nacional Los Caracas había cuatro deslizamientos que dificultaban el paso de carros livianos. Estaba paralizado el transporte público hacia Anare, la Ciudad Vacacional y los siete poblados de la parroquia Caruao. Al mediodía, una máquina intentaba remover los sedimentos que impedían el acceso.
 
Ayer el sol salió otra vez. A pesar de ello, los balnearios estaban vacíos y las calles llenas de polvo. Aparentemente el alerta había cesado, pero la emergencia sigue vigente para las 110 familias que perdieron su vivienda.
El gobernador de Vargas, Jorge Luis García Carneiro, informó que después de 4 días de aguaceros intermitentes 580 familias quedaron afectadas: sus casas colapsaron o quedaron inundadas, resquebrajadas o en condición de riesgo extremo.
 
Entre las zonas que presentan más daños figura Carayaca, por la obstrucción de la vialidad rural; La Llanada, por la congestión de una parte de la ruta que pasaba por encima del río Camurí Chico; Catamare en Catia La Mar, por el deslizamiento de terrenos, y el sector El Cojo de Macuto.
 
Para atender las necesidades de los residentes de las 11 parroquias del estado fueron creadas 4 comisiones: seguridad ciudadana, comunicaciones, salud y la cuarta para gestionar soluciones de vivienda.
 
La Casa Ministerial en Playa Grande, residencia del gobernador, fue habilitada como centro de acopio. El buen tiempo de ayer también dejó ver ríos con niveles manejables de agua, pero con muchos sedimentos acumulados en los canales.
 
Los cauces de Camurí Chico, El Cojo, Curucutí y Marapa requieren atención urgente, con el fin de aumentar la sección libre para el desplazamiento del agua. Las máquinas empezaron con el dragado y el despeje de las vías.
 
El suministro de agua por Hidrocapital, en la entidad, ha tenido problemas por la obstrucción de los diques de captación de agua cruda.


Suelo saturado
. El Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la UCV informó que la precipitación acumulada hasta el 27 noviembre fue de 302 milímetros de agua, casi 100 más que el máximo histórico de los últimos 40 años.
 
La mayor cantidad de agua caída es de 288 mm. De los 29 días que han transcurrido del mes, 19 han sido lluviosos, con aguaceros continuos entre el 14 y 23 de noviembre en los que cayeron 160.2 mm de lluvia.
 
Hubo tres días de lluvias seguidas que registraron 82,3 mm de agua, por lo que se presenta una situación de suelos saturados con inminentes inundaciones y deslizamientos de tierra en casi toda la zona costera.
 
David Sánchez, pronosticador del Inameh, indicó que en Caracas lloverá en la tarde. Las precipitaciones moderadas persistirán en Aragua, Carabobo, Falcón, Yaracuy y Zulia.  

FUENTE: http://www.el-nacional.com/www/site/p_contenido.php?q=nodo/168425/Naci%C3%B3n/17-personas-muertas-por-fuertes-lluvias-en-el-pa%C3%ADs

 

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