martes, 28 de septiembre de 2010

¿QUÉ CLASE DE VASO SOY?


    ¿Qué clase de persona soy? 1. Un vaso, que retiene y  no da nada. 2. Un canal, que da y no retiene. 3. Una  fuente, que crea, retiene y da. * Entonces  comprendemos que, hay seres humanos-vaso. Su única ocupación es almacenar virtudes, ciencia, sabiduría, objetos y dinero. Son aquellos que creen saber todo lo que hay que saber; tener todo lo que hay que tener. Consideran su tarea terminada cuando han concluido su almacenamiento. No pueden compartir su alegría, ni ponen al servicio de los demás sus talentos, ni siquiera repartir sabiduría. Son extraordinariamente estériles; servidores de su egoísmo; carceleros de su propio potencial humano. Por otro lado existen los seres humanos-canal, son aquellos que se pasan la vida haciendo y haciendo cosas. Su lema es: "producir, producir y producir". No están felices si no realizan muchas actividades y todas de prisa, sin perder un minuto. Creen estar al servicio de los demás, fruto de su neurosis productiva, cuando en realidad su accionar es el único modo que tienen de calmar sus carencias; dan, dan y dan; pero no retienen. - Siguen dando y se sienten vacíos. - Pero también podemos encontrar: - Seres humanos-fuente. Verdaderos manantiales de vida. Capaces de dar sin vaciarse, de regar sin decrecer, de ofrecer su agua sin quedarse secos. Son aquellos que nos salpican "gotitas" de amor, confianza y optimismo, iluminando con su reflejo nuestra propia vida. Aprendamos a agradecer lo que recibimos. Aprendamos a dar con alegría. Tratemos de ser en nuestra vida una fuente constante de los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-25 “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”).
     Dios ama a las personas que aman y desean hacer su Voluntad, Él es como el padre que se alegra cuando su hijo saca buenas calificaciones en la escuela, el liceo, la Universidad, etc. Cada día busquemos más la presencia de Dios, no demos lugar al enemigo (Efesios 4:27), sino que cada día nuestro anhelo más ferviente sea el tener la fe y la pasión por evangelizar a las almas y poner una gota de amor donde abunda tanta maldad, seamos la luz y la sal de la tierra (Mateo 5:14-16).

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